La miro, me mira. Después los dos miramos abajo.
La miro —sabe que la miro— pero mira hacia otro lado.
Termino mi café, me levanto y me voy.
Ella me mira como si le debiera algo.
¿Que es esa fuerza que frena todos los impulsos,
Que mata todas las palabras?
Nos miramos, y los dos sabemos que queremos hablar,
Pero sin embargo… nadie dice nada.
Y camino lejos sin haberla conocido,
Pero voy saboreando una frustración,
Que se siente tan familiar
Como, luego, rápido es el olvido.
1 comentario:
lean!...me encanta, hacía ya mucho que quería encontrar algo en tu blog!...Segui escribiendo que me encanta leerte!!
besos!!
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