Ojalá pudiéramos volver a reírnos de todo,
Cuando amar no nos costaba nada.
¡Qué fácil que era mirarnos por horas
Sin decir siquiera una palabra!
Si pudiera hacer de cuenta que estamos a tiempo,
Y creyera que nunca es tarde para volver a empezar,
Bastaría con volver a verte y besarte,
Si pensara que todo depende de nuestra voluntad.
Nunca quisimos ser perfectos, ni buscamos compasión.
Corazones que entienden la paz y la guerra
Como las dos caras de una misma moneda,
Como los dos lados inasibles de un mismo perdón.
Ahora que tú te has ido, la verdad ya no me sirve.
El cementerio de explicaciones convirtió a mi cama
En un río de astillas, en un océano sin calma.
Un rostro se olvida fácil, pero nunca una mirada.
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