Atrás han quedado aquellos días
De tantas risas incontenibles.
Atrás esas camas compartidas,
Nidos de pasión irreductibles.
Lejos se encuentra ahora,
Lo que antes fue cercano.
Cerca, en cambio, siento toda
La soledad de mis manos.
Gritaría al mundo lo que sea,
Con tal de volver a verte,
Con tal de que tú me vieras.
Ya es inútil, todo ha terminado.
¡Ah, tarde hablé a los cupidos del amor!
Y ahora mi razón se ha marchado.
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