Yo te recordaba de antes

Yo te recordaba de antes

Con ese alma apretada

Cuando el tiempo del amor

Cuando no había fantasmas

Esta mirada fría y cortante

Esta voz ronca y seca

Ese pelo ondulado y rubio

Esa boca roja de fresas

Ese estilo de hablar al mirar

Este tocarte y apenas rozarte

La forma de entrar a un lugar

El beso que llega a callarme

El amor loco de los amantes

La noche que nunca termina

Pasión oscura de tu deseo

Con esa caricia de despedida

Faltaban años y prudencia

Faltaba el cuidado de ahora

Sobraba alguna inocencia

Faltaban algunas demoras

Terminó como todo termina

Sin entender bien qué pasaba

El adiós que fingimos un día

La vuelta que nos esperaba

Tanta agua bajo el puente

Para volver a encontrarte

Esa incómoda sorpresa

La vida que da otra chance

Sólo una canción

Ella se cuida bastante

No quiere lastimar a nadie

Ella se cuida de respirar

Ella misma todo el aire

Ella tiene una o dos penas

Un corazón que sigue partido

Cuantas veces vas a ignorar

Al que se ofrece rendido

No te preocupes de nada

No pienses todo demasiado

Si te equivocas vas a aprender

De lo que te has equivocado

No tengas miedo al futuro

Yo no voy a ninguna parte

Quiero entregarte mi corazón

Para que vos te lo guardes

Quiero besarte dos veces

Una por cada escalofrío

Y quiero besarte también

Para que todo tenga sentido

No hay nada que puedas planear

Cuando te encuentras perdida

Siempre seré tu puerto seguro

Cuando estés a la deriva

Arriésgate una y mil veces

Nunca es demasiado tarde

A veces es mejor naufragar

Para que alguien te rescate

Preguntas de madrugada

¿Cómo hacer para no ver el hoy

Con los ojos del ayer?

¿Cómo hacer para no arruinar

El presente con las dudas del mañana?

¿Cómo amarte sin pedirte nada,

Tenerte sin poseerte,

Estar seguro sólo con tu mirada?

Sigo buscando algo que suene real

Con esa necesidad visceral de entender,

Con esa costumbre triste de perder.

Mira estos pies, ¿los ves?

Mira estos pies, ¿los ves?

Son unos traidores,

Me traen adonde no quiero volver.

Van de memoria por las calles, ¿tus calles?

Marchan errantes, marchan solitarios.

Acostumbrados, ya no sé lo que buscan,

No volverán tus pies a su lado.

Ellos siguen caminando,

Parecieran no necesitar sentido.

Ellos siguen caminando, también,

Hasta encontrar otros pasos amigos.

Ellos no sienten tu presencia,

Ellos no escuchan mi respiración.

Son míos los problemas,

Ellos no tienen miedo ni rencor.

Esclavo de mis pies soy,

Hasta que sus pasos te diluyan en los días.

Esclavo de mis pies soy, ahora,

Mucho más de lo que yo creía.

Todas las horas, otra vez, vuelven a tener el mismo color

Esas pequeñas cosas en las que nos apoyamos. Una mirada, un beso, un abrazo, algunas palabras. Pero otra vez callo. Siempre que hablamos de esto callo… Callo no porque no quiera hablar, sino porque no sé qué decir. Callo porque no sé qué responderte, no tengo respuestas a tus preguntas. No tengo respuestas a tus ojos, a tus besos. Y vuelvo a escuchar esa respiración, tu respiración. Esa que tenés cuando no sabés qué hacer. Yo callo para no mentir, no para hacerte daño. Vos hablás porque es lo único que sabés hacer para resolver las cosas. Pero yo no sé encontrar respuestas en el ruido. Vos sabés pensar hablando. Yo no sé pensar de a dos. A mí las respuestas siempre me sorprenden. Llegan cuando no las espero, llegan cuando las paro de buscar. Y presionarme no sirve de nada, al revés. “Lo siento” es lo único que sé decir últimamente. “losiento”, ya es casi una sola palabra. Ya casi no significa nada de tanto repetirlo. “Te amo”, hace cuánto que no te digo eso… Y es verdad, pero eso ya no nos dice nada a ninguno de los dos. El fracaso impregna todos los sentimientos, todas las palabras, todas las miradas. Todo se tiñe de amargura. Y de golpe, aquello que era tan fácil se vuelve imposible. Aquello que nos salía de una forma tan natural se siente actuado, se siente irreal. Aquel brillo de tus ojos que me hipnotizaba ya no es igual. Antes brillaban como el sol. Ahora tus ojos se parecen a la luna en la noche antes de un día de lluvia. Ahora son el reflejo de un resplandor pasado. Ya no vivimos el presente, ya no soñamos el futuro. A veces ya ni sé si te amo a vos, amo lo que fuimos, o ya ni te amo. Seguimos viviendo nuestro pasado por inercia. Las despedidas son difíciles. Cuesta aceptar los cambios. Y ni siquiera sé si me quiero despedir de vos. Me cuesta imaginar mi vida lejos tuyo. Me cuesta imaginar las cosas que no conozco, las que no espero. La vida siempre sorprende… tenemos que recuperar aquella capacidad de sorpresa que antes teníamos. Pero vos seguís buscando culpables como si existieran. Vos seguís buscando fabricaciones nuevas para hacer las cosas que antes nos salían sin pensar. Yo sólo tengo una certeza aunque a vos no te sirva, la de que todo cambió. Lo que antes nos daba tanto placer, ahora nos da tanto trabajo. Aquel lugar al que nos escapábamos ya no existe. Aquellas cosas que antes nos alegraban los días y las noches, ahora se confunden con la rutina. Todas las horas, otra vez, vuelven a tener el mismo color.

Otra vez me miran ellas

Otra vez me miran ellas. Otra vez

Las hojas blancas, espejos rotos de mi ser.

Hoy, en cambio, escribo sin destino,

Hoy no tengo nada que decir.

Escribo solamente por

La necesidad de escribir.

¿Cuántas veces estas mismas líneas?

¿Cuántas veces más te puedo perder?

Siempre las mismas preguntas

Como cenizas frías del placer.

¿Cuántos finales existen,

Cuántos ser y no ser?

¿Cuántas veces de mi cabeza

Vas a simular desaparecer?

Pero no quiero volver a vos

Aunque sea tan fácil usarte.

No quiero volver a vos

Por el simple hecho de agotarte.

Yo quería escribir algo esta noche,

Pero no encuentro otra inspiración.

Odio tener que necesitarte

Para poder hablar de amor.

Yo pensaba en escribir,

Yo quería no recordarte,

Yo buscaba no sentir…

Otra vez me miran ellas. Otra vez

Las hojas blancas, espejos rotos de mi ser.

A ella

Te amo como no soy yo ni como tú eres.

¡Cuántas veces te amé sin haberte conocido!

¡Cuántas veces sin que tú me esperes

Te amé en el eco de un suspiro!

Te amo como se ama a lo prohibido:

En secreto, mitad sombra, mitad olvido.

Y otra vez, casi vencido, otra vez te pido

Que me des la libertad de no estar conmigo.

Turbia embriaguez del amor, mírate en la lejanía,

Como el mar, como el tiempo, como todo en mi vida.

Mi deseo por ti fue el más fuerte y loco,

Fuiste un infinito que duró demasiado poco.

Te amé sin siquiera saberlo.

¡Es tan fácil engañarse!

Ahora brindo en tu recuerdo,

Hasta que el tiempo lo calle.

Y cuando en la soledad de la noche

Mi corazón sólo a ti te nombra,

La luna con su brillo me recuerda más a ti,

Que eres luz y eres sombra.

Ya me veo olvidado como estas viejas cartas,

Amo lo que no tengo, lo que no es de mi alma.

Como grito de pasión anudado en la garganta,

Quise saltar, reír, llorar, pero no salió nada.

Ése es mi destino, de esperanza y entierro.

Mujer que amé y perdí, cementerio de besos.

Mi corazón niega que el futuro sea incierto,

Pero ya no niega que de tu amor es preso.

Eres...

Eres la que siempre me busca,

La que siempre me calma.

La que no es incondicional,

Pero que igual me ama.

Eres la que se pierde en el tiempo,

La que mi soledad atrapa.

Eres la que siempre estuvo,

La que nunca es lejana.

Eres fuego, eres pasión, eres llama.

Eres la que mi pensamiento grita,

Pero mi corazón calla.

La noche siempre se acaba...

La noche se acaba en el río que está amaneciendo,

Dejando expuestos a quienes no quieren serlo.

Despreciaste tu carne ultrajada con una sonrisa

Porque a vos sólo te importa tener compañía.

Perdida en la ciudad, invocas mi nombre,

Me llamas y me dices desear sólo ser querida.

Quizás esta vez yo gane algo...

No me importa que todo sea un juego

Mientras vos quieras seguir jugando.

Desvelo y madrugada...

Y otra vez estoy acá, frente al monitor,

Desvelado y sin saber qué hacer.

No puedo parar de pensar en vos

Y no puedo lograr entender

Por qué te extraño tanto,

Por qué pienso tanto en vos.

Si fue demasiado rápido,

¿Cómo llegaste a mi corazón?

El caso es que estás acá, conmigo

Y no logro arrancarte de mí.

Mientras más lo intento, menos me sale.

Yo sólo quería ser feliz.

Hay cosas que la razón no entiende,

Hay cosas que no tienen explicación.

Te amo sin haber aprendido a amar,

Te extraño... y me duele en el corazón.