Todo es más simple

Todo es más simple, nada es complejo;

La única certeza es la de los besos.

Siempre con excusas, siempre con historias,

Pensando en el futuro, olvidando el ahora.

Ojo del huracán, nube de tormenta,

¿es que no ves cuál es tu problema?

Por no querer perder, te pierdes de ganar;

Ojalá algún día aprendas a disfrutar.

Tuvimos un momento de magia,

Tuvimos nuestra pasión y deseo,

Pero ya todo se lo llevó el viento,

Sólo quedaron recuerdos en la cama.

Serás siempre una sonrisa en mi cara,

Una amiga fiel, una mujer celosa del acaso;

Por eso te digo ¡adiós, no te cuides tanto!

la patria

La patria es la melancolía,

Esa tristeza leve que nunca muere.

Ese olor a parque que reaparece

Como una canción que no termina.

La patria es esperanza,

El deseo de un futuro anhelado.

La espera eterna del regreso,

Un tiempo que se siente prestado.

La patria es nuestra infancia,

Es aquellos juegos y sus palabras,

Con todos sus árboles y amigos,

Felicidad irreflexiva de estar vivos.

Pero mi patria también es los recuerdos:

Todas aquellas imágenes del pasado.

Yo no sé si habrán sido grandes o pequeños,

Pero están aquí, ninguno se ha escapado.

Un Arte

¿Y vos, estás ahí? A veces

Me doy vuelta y no te puedo encontrar.

O pienso que tu brillo no es igual.

Nunca es igual, nada es eterno,

Y muy pocas cosas se dejan atrapar.

Ni lo que más me importa del mundo,

Todo infinito sólo dura un segundo.

No parpadees, ya no está ahí:

No tiene futuro, hoy debe morir.

Una mirada

Ojalá pudiéramos volver a reírnos de todo,

Cuando amar no nos costaba nada.

¡Qué fácil que era mirarnos por horas

Sin decir siquiera una palabra!

Si pudiera hacer de cuenta que estamos a tiempo,

Y creyera que nunca es tarde para volver a empezar,

Bastaría con volver a verte y besarte,

Si pensara que todo depende de nuestra voluntad.

Nunca quisimos ser perfectos, ni buscamos compasión.

Corazones que entienden la paz y la guerra

Como las dos caras de una misma moneda,

Como los dos lados inasibles de un mismo perdón.

Ahora que tú te has ido, la verdad ya no me sirve.

El cementerio de explicaciones convirtió a mi cama

En un río de astillas, en un océano sin calma.

Un rostro se olvida fácil, pero nunca una mirada.